Hermann Hesse, la erótica del caminar

«Todos los vagabundos estamos hechos así. Nuestra ansia de errar y vagabundear es en gran parte amor, erotismo. La mitad del romanticismo del viaje no es otra cosa que una espera de la aventura. Pero la otra mitad es una necesidad inconsciente de transformar y diluir lo erótico. Nosotros los caminantes estamos acostumbrados a albergar deseos amorosos precisamente a causa de su carácter irrealizable, y aquel amor que debería pertenecer a la pareja lo repartimos, jugando, entre pueblo y montaña, lago y garganta […]. Separamos el amor del objeto, el amor en sí es suficiente para nosotros, del mismo modo que no buscamos el destino en el peregrinaje, sino únicamente disfrutarlo, estar de camino.»

«Soy uno de esos casquivanos que no aman a una persona, sino al amor.»

El caminante, Hermann Hesse

Deja un comentario